Activista ambiental y de derechos humanos Neidinha Bandeira, líder y cofundadora de la Asociación de Defensa Etnoambiental Kandidé. Neidinha pasó sus primeros 12 años en la selva tropical del noroeste de Brasil, donde su padre trabajaba como recolector de caucho. Su madre le enseñó a leer usando libros y revistas que llegaban con envíos de suministros semestrales. Ella había crecido viendo a los indígenas Uru-eu-wau-wau vivir sus vidas pacíficamente y mantenerse solos.Neidinha pasó más de cuatro décadas trabajando directamente con las comunidades indígenas para defender sus derechos y proteger sus tierras. En 1984, regresó al territorio Uru-eu-wau-wau como guardabosques de FUNAI, la agencia gubernamental responsable de proteger las tradiciones, culturas y derechos de los pueblos indígenas. Estaba en marcha un proyecto para explotar la selva tropical para la tala, la minería, la agricultura y la ganadería. Si bien a los Uru-eu-wau-wau se les había otorgado soberanía sobre 7,000 millas cuadradas de su territorio ancestral, las incursiones ilegales y los intentos de robo de tierras eran comunes. Neidinha y los Uru-eu-wau-wau trabajaron juntos para vigilar y atrapar a los invasores, forjando una relación duradera. Después de exponer la corrupción dentro de FUNAI en 1990, Neidinha y sus compañeros denunciantes fundaron la Asociación de Defensa Etnoambiental de Kandidé, una organización sin fines de lucro, para continuar su trabajo con las poblaciones indígenas.La dedicación de los activistas y la urgencia del momento apuntaron hacia un documental sobre los Uru-eu-wau-wau y su lucha por preservar su tierra. En los años transcurridos desde que los uru-eu-wau-wau fueron contactados por primera vez en 1981, la deforestación ha transformado lo que había sido una de las principales selvas tropicales de Brasil.